Tras la Huella del Pernales.

Bandolero, forajido, pendenciero, ladrón a fin de cuentas y hasta asesino, pero a pesar de todo Francisco Ríos González, despertaba admiración, respeto y simpatía, no solo de sus coetáneos sino de buena parte de nosotros hoy día.

Cansado de su vida anodina, un mal día un guardia civil mata a su padre en su presencia, y a partir de ese hecho, se revela contra el mundo, contra los ricos, contra el poder y se echa al monte, a la sierra. Nace el Pernales, la leyenda, la historia.

Recorrer los últimos rincones de la sierra que vio el Pernales, ha sido un regalo para los sentidos, no puede haber lugar mas bello para morir que el que el destino eligió para el Pernales; la Sierra de Alcaraz, o de Segura, o de Cazorla, porque no hay frontera clara entre unas y otras, son la misma cosa, con la misma esencia, un paraje que no tiene parangón por su belleza. Iniciemos la ruta.

Se denomina ruta del Pernales porque nuestro Francisco Ríos, se encontraba cada vez mas sitiado y acorralado por la guardia civil, la cual estaba siendo reforzada con contingentes venidos de toda España para terminar con el asunto del bandolero, ya que estaba tomando demasiado renombre. Entonces el Pernales, decidió escapar a las Américas, para ello debería embarcarse en Valencia, adonde se dirgía, en el momento que fue abatido. Era su último viaje por la sierra, antes de retirarse, pero no tuvo la suficiente fortuna para llegar a puerto, junto a él, se encontraba el "niño del Arahal" que también cayó abatido.

Los lugares por donde se tiene constancia de que efectivamente pasó el Pernales por ahí, constituyen la llamada "ruta del Pernales" y son las siguientes:


Oficialmente la ruta consta de dos etapas bien diferenciadas, la primera de ellas tendría su salida en Onsares, un pueblo de Jaén, limítrofe con las provincias de Albacete y Ciudad Real. Desde aquí, nuestro malogrado bandolero se dirigió hacia el Cambrón, bordeándolo para enfilarse hacia la aldea del Bellotar, donde fue visto por un agente ya retirado, que al verlo profusamente armado, sospechó de él y dio parte al cuartel de al Guardia Civil de Villaverde del Guadalimar, desde aquí se organizó la batida y la emboscada.

El Bellotar nevado con el Cambrón al fondo

El Cambrón, impresionante, hace de frontera entre Andalucía y La Mancha


Tras aprovisionarse en el Bellotar tomó un camino que ascendía hasta los aledaños de la Sarga, en concreto hasta un lugar llamado "Los Picarazos" desde donde se tiene una visión amplia de toda la sierra.

Conforme asciendes hacia la Sarga, se obtienen estas magníficas vistas 

Se llega cerca de la cima de la Sarga 

En la cima de los Picarazos o Frailecillos, como popularmente se le conocen

 Los Picarazos desde abajo

 en el valle se puede observar Riopar, la población a la que se dirigía nuestro Pernales


Desde los Picarazos hacia el valle noreste, debemos buscar el arroyo del Tejo, este debe su nombre a un ejemplar milenario que se encuentra al borde del camino; la pista es excelente, aunque cuando ocurrió la muerte del Pernales, seguro que se trataba de una vereda mal trazada.

 Este es el tejo que da nombre al arroyo, quizá no llegue a milenario, aunque si a centenario.

Esta es la pista que te desciende hacia el arroyo del Tejo, el cual cruza en varias ocasiones.


Tras vadear el arroyo, llegamos a un cortijo junto a una explanada. El cortijo se encuentra en ruinas aunque han construido uno pequeñito al lado.Según las crónicas en este cortijo tomó su último almuerzo el Pernales y el niño del Arahal, su último bocado.

 Explanada del cortijo de Toño y Julio, lugar del último almuerzo del Pernales

 Construcción nueva

 Cortijos primitivos, estos si que los vio el Pernales

Explanada



Continuamos descendiendo y obteniendo vistas preciosas

Una vez pasado el cortijo abandonado, se llega a un cruce que está perfectamente señalizado; tenemos la opción de bajar hasta Villaverde o subir al Cerro de la Sepultura, lugar donde cayó abatido el Pernales.



Los cruces están muy bien indicados 


A partir de aquí se inicia una vereda muy bonita






 El sendero es muy bonito

Finalmente, se llega, donde tras andar unos pasos herido de gravedad, el Pernales se desplomó

En este lugar cayó malherido tanto el Pernales, como el Niño del Arahal

En un panel se explica bien los pormenores de como fueron abatidos los bandoleros.

 

Esta es la última imagen que tuvo el Pernales, este paisaje es el que se ve desde donde murió ¿no está mal, verdad?

Lamentablemente tras la cruz del Pernales, hay una valla inexpugnable, no tanto por su envergadura sino como por su cartel disuasorio, el cual dice algo así como que "existen perros peligrosos sueltos y si muerden nos eximimos de toda responsabilidad"  sin duda algo alentador, que no quise experimentar, por lo que toca dar media vuelta y continuar por la pista del cortijo abandonado, pero esta vez en dirección a Villaverde del Guadalimar.

El camino discurre siempre con vistas al valle que forma el Guadalimar, muy hermoso

Al fondo Villaverde

Descendemos en todo momento acompañando al joven Guadalimar, que nace justo aquí.

 la mañana era algo fresquita

Finalmente se llega a Villaverde del Guadalimar, donde se inicia la ruta. Hay algunos puntos que son necesarios aclarar:

la ruta en si no es circular, yo la he hecho así porque solo disponía de un coche.
La auténtica ruta es la siguiente:

Onsares > Cambrón > El Bellotar > Los Picarazos > Cortijo abandonado de Toño > Cerro de la Sepultura o Cruz del Pernales > Villaverde del Guadalimar.

Esos son los pasos que hicieran nuestros bandoleros, yo tuve que rediseñar la ruta para regresar al coche.

Dejo algunos enlaces interesantes para complementar esta entrada.


Aquí te puedes bajar el track de la ruta





Aquí se cuenta muy bien la historia


Si no te apetece leer, puedes escuchar este monográfico